Estaba sentada, esperando. El sol parecía haber decidido aguantar un rato más en el horizonte, curioso del desenlace de nuestra conversación. La plaza vacía, considerando los diez grados que hacían y el extraño horario, nos esperaba también, paciente.
Un pato perdido chapoteaba en la orilla del lago, creando unas pequeñas ondas en la impoluta superficie cristalina. La suave brisa despertaba las ramas dormidas del los árboles, haciéndolas susurrar fastidiadas.
Y allí estábamos, los dos, sentados en un marmóleo banco, frente al lago -y al pato-, cada uno en un extremo.
- Eres imposible -
Pude escucharlo. El viento esta vez estaba de mi lado, y me había traído sus palabras susurradas. Con la vista aún fija en las ondas del lago repliqué.
- No, no lo soy -
Él hizo ademán de girar la cabeza para regalarme esa mirada incrédula que yo ya tantas veces había visto. Pero decidió que tal vez no era lo mejor.
- Entonces, ¿por qué te cuesta perdonarme?, ¿acaso no te explique bien y claro las causas de mis acciones?, ¿es que no fueron suficientes los ejemplos que te dí? -
Apreté la mandíbula. Ahí íbamos.
Todas esas palabras importantes, toda esa lógica, toda esa racionalidad. Dios. Cuánto deseaba poder hacerle entender que estábamos hablando de sentimientos, no de alguna aburrida estadística.
Cerré los ojos con fuerza y me permití respirar profundo, contando hasta tres antes de responder.
- Por favor, deja ya eso. -
- ¿Que deje qué? -
Lo miré de reojo para saber si me estaba mirando o si de nuevo seguía sumido en sus pensamientos. Bien, ni me registraba.
- Que dejes todos esos hechos y datos en los que te basas. Sabes que no eres un hombre de sentimientos, ¿verdad? - Repliqué, la exasperación evidente en mi voz.
Se limitó a encogerse de hombros.
El sol seguía allí, rígido, casi pendiente de nuestra charla.
Suspiré.
- Si que soy un hombre de sentimientos. Simplemente me gusta cuantificarlos y cualificarlos. -
Giré la cabeza tan bruscamente que temí haberme dañado algún músculo del cuello. ¿Había escuchado bien?, ¿lo estaba diciendo en serio?
Los árboles parecían tan alborotados como yo. El viento me despeinó un poco más.
- Bien. Entonces dime, ¿cómo se mide una sonrisa? ¿Cuántos días tarda uno en enamorarse? ¿Quién puede determinar el valor de un regalo hecho a mano? ¿Dónde puedes buscar a tu alma gemela? -
El silencio se hizo tangible. El sol emitió un último y débil rayo por sobre el horizonte. El viento dejó de molestar a los árboles. El pato había desaparecido.
Y sin más, me levanté y me fui.
What does this word «love» mean? Love has been described as the greatest need humans have. From the cradle to the grave, people strive after love, thrive in its warmth, even pine away and die for lack of it. Nonetheless, it is surpassingly difficult to define. Of course, people talk a lot about love. There is an endless stream of books, songs and poems about it. The results do not always clarify the meaning of love. If anything, the word is so overused that its true meaning seems ever more elusive.
Vladimir Zivkovic Photography.
13 abr 2009
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1 comentario:
Maruuu!! me encantoooo!!
mientras leia me iba imaginando todo, el pato, el sol, los arboles todooo!!
muy buenoo! (Y)
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