5 oct 2009

poussière brillante.

Todo llega a un final.
Cuando se cansan del cielo,
estrellas fugaces caen sobre la Tierra,
en una silenciosa lluvia sobre el prado,
inconscientes que aquí la vida es molesta también,
olvidando la suerte de ser admiradas por todos, en el cielo.

Todo el día encerrada,
impelida de hacer algo, nada, por ser demasiado joven.
"Nadie notaría tu ausencia" le susurra la noche.
Soñando, escapando, soñando escapar.
y, de manera extraña, la mañana siguiente está cubierta de polvo y estrellas.
Pero nadie lo nota.
Nadie sabe que las estrellas mueren.

Estrellas que caen, hombres que se hunden.
Y ella, busca...
Una razón para sonreír, un motivo para correr, un modo de escoger.
Buscando un lugar en esta vida, sea en la Tierra o el cielo; al borde del abismo, caminando dormida entre el sueño y la realidad,
levantándose un día, para caer al siguiente, contando las estrellas caídas, las horas de insomnio.
Y se da cuenta, nadie sabe que las estrellas mueren.
Aquí, ya, murieron.


Pierre Henri Photography.

1 comentario:

marto! dijo...

Entro a tu blog y es como que me llena la paz. Raro verdad? Bueno queria comentartelo jeje. :P

Te quiero Maru!

ahhh, y las estrellas ya "morídas" iluminan por looooooooooong time.

:D